jueves, 10 de octubre de 2013

Machacándonos en el Pico Fontún, León.

Después de varios meses de inactividad en el blog, volvemos a la carga con energías renovadas. Atrás queda ya la temporada de bodas que me mantuvo alejado de esta bitácora. Y ahora, con el otoño ya entrado y con algo más de tiempo libre, me comprometo a recuperar las buenas costumbres. Y es que son muchas las entradas y los viajes que todavía tengo por compartir. Para ir abriendo boca comenzaré con una excursión montañera que tuvo lugar a finales del pasado mes de junio. Nuestro objetivo fue el pico Fontún, en la provincia de León. Una jornada divertida y familiar que compartí con mi hermano Alberto y con Ruth.

Aquella soleada mañana fijamos como punto de partida la localidad leonesa de Villamanín. Desayunamos en el mítico Casa Ezequiel, con la mirada fija en la montaña que ascenderíamos ese día. Con las pilas cargadas, compramos pan y vino y emprendimos el camino hacia el núcleo de Fontún. Este pueblo, ubicado muy cerca de Villamanín sería nuestro inicio de ruta. Nos calzamos las botas y emprendimos la marcha. La idea era subir al Fontún (1.953 metros) y al pico Machamedio (1907 metros) y bajar por otro lugar distinto a la subida. Vamos, lo que viene siendo una ruta circular en toda regla.

 Los primeros pasos del día con el pico Fontún al fondo

La aproximación a la base de la montaña es obvia. Ese día nosotros la hicimos junto a un peregrino rumano y sordomudo que hizo ademán de acompañarnos pero que un poco más tarde se volvió sobre sus pasos. Cosas que pasan. Una vez en la base, hay que subir por una amplia y marcada canal hasta un collado. Y desde allí, atacar la cumbre hasta llegar a la arista cimera. Una vez en la arista está todo prácticamente hecho. La excursión, bastante marcada por sendero y jitos, es apta para cualquier persona con un estado físico aceptable. Sobretodo si se sube únicamente el Fontún. Nosotros al final del día hicimos unos diez kilómetros de marcha y subimos unos mil metros de desnivel. La parte más complicada, por así decirlo, transcurre entre un pico y otro, pues hay que crestear un poco y saber dar con el buen camino. Vamos, que salvo el desnivel, la ruta es bastante asequible.

Ascendiendo por la canal con el núcleo de Fontún de la Tercia ya bajo nuestros pies
 Alberto dándolo todo durante la empinada subida por la canal
 Superado el collado, abajo, y atacando la cumbre

Una vez en la arista, las vistas son magníficas a ambos lados




Ni que decir tiene que la subidita nos puso a prueba. La ascensión es corta pero exigente. No hay tregua casi en ningún momento. Además esta montaña era una de las primeras cumbres de la pareja que me acompañaba. Así que había que hacerlos sudar. Pero no solo eso, también tenía el cometido de guiarlos y de seguirlos enganchando, con consejos y demás, al mundo del montañismo.


Ya en la cumbre, a 1.953 metros, hicimos un descanso disfrutando de las panorámicas




















Luego continuamos por la cresta hacia el siguiente objetivo, el Machamedio

 El tramo más expuesto de la ruta con la cumbre del Fontún al fondo a la izquierda





Enseñando a los pupilos a destrepar con destreza y garbo

Tras el divertido descenso ya teníamos la segunda cumbre del día a la vista

El hambre apretaba, así que comimos en una de estas praderas con el Machamedio al fondo

De camino a la cumbre nos encontramos estos curiosos líquenes

Ruth sujetando una gran piedra mientras Alberto hacía de las suyas
 Llamativas formas de una zona desconocida para mi

El pico Fontún, también conocido como pico Machacao por su peculiar silueta, es una de las cumbres clásicas de la montaña leonesa. Cuando uno pasa por la carretera nacional de León a Pajares es difícil no quedarse prendado de ella. Es de esos picos que se quedan marcados a fuego desde que se ve por primera vez. Sin embargo nunca me había dado por acercarme por aquí para hacer monte. Así que la jornada no solo fue de disfrute, también fue de conocimiento de una zona que tiene muchas posibilidades. Vamos, que habrá que volver.

Parte del sendero que seguimos para acercarnos al segundo pico del día

Camino de ascenso hacia el Machamedio, que ya estaba a un paso

Peculiares formas calizas durante la ruta realizada
Último tramo de la ascensión al pico Machamedio (1.907 metros de altitud)

El brother en las alturas buscando el mejor sitio para el descenso

El Fontún en primer término con el macizo de Ubiña asomando sobre las nubes al fondo

Iniciando la bajada, con vistas a las hoces de Vegacervera y al pico Correcillas

Como la bajada de las alturas no la teníamos muy clara, aprovechamos para crestear un poco más y subir otro pico pegado al Machamedio. Desde allí ya divisamos el recorrido que deberíamos realizar. Lo suyo es bajar a la vaguada que hay entre los dos picos ascendidos y desde allí entrar por una pequeña canal que nos deja en el collado de Gete. La teoría estaba aprendida, ahora tocaba ponerla en práctica.

Ruth y Alberto en la tercera cumbre con el Fontún y el collado de Gete (izq) a su espalda






Acercándonos al fondo del valle, presidido por la mole del Fontún








Observando las dos últimas cumbres holladas y el canalizo por el que descendimos













Una vez en el valle, tocaba buscar la mejor bajada por la canal

Al inicio, la verticalidad y las rocas nos hicieron afinar en los pasos

Superada la zona de rocas, se llega a un terreno más amable y florido

Los compañeros de ruta muy cerca del collado con la canal descendida al fondo

En el collado, por la pista hacia el pueblo y gozando con los farrallones del Fontún

Alberto y Ruth, cerca del coche, posando ante el Fontún: objetivo superado

Al final, el día fue redondo y tuvo de todo. Desde varias cumbres a iniciación en el destrepe. Pasando por travesía en cumbre, orientación y risas aderezadas por el vino de Ezequiel. Una jornada divertidamente montañera que habrá que repetir. No sólo por lo bien que lo pasamos. También por que si no mi hermana nos cuelga como nos vayamos a ir de excursión sin ella.

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