La iglesia de la Antigua, con su torre románica
Los grandes edificios también aportaron su granito de arena al recorrido
El paseo transcurrió por el centro de la ciudad. La idea era recorrer los lugares más emblemáticos, históricos y fotogénicos de la urbe. Inexplicablemente las fotos que hice en la iglesia de San Pablo, una de las más señeras de la capital castellana, no se quedaron grabadas. Así que casi me vi obligado a suplir estas tomas por otras donde los escaparates fueron fuente de inspiración.
Una tienda con ventanas de corte modernista
Detalle constructivo en una calle de Valladolid
La torre de la Catedral en un encuadre poco habitual
El pasaje Gutierrez, una de las joyas de la ciudad
Solo por esta foto mereció la pena salir aquella mañana con la cámara
Durante el paseo abundaron las iglesias y sus reflejos
Otro reflejo más, uniendo el modernismo y la moda moderna
Una visión personal del teatro Zorrilla, otro peculiar edificio de la urbe
Durante el paseo tampoco faltó la visita a la plaza Mayor
Aguantando el tirón, edificio próximo a la plaza Mayor
Soportales en la parte posterior del Ayuntamiento de Valladolid
Y una última foto, también con reflejo, cerca del mercado del Val
El paseo no dio para mucho más. Teníamos que ir a comer a casa. De ahí que en este recorrido falten muchos lugares y edificios interesantes de la ciudad. Nos quedamos con ganas de seguir tirando fotos y mezclar el paseo con algún que otro vino de la tierra. Así que habrá que volver a pasear por Valladolid con la cámara al hombro.
Una selección urbana, fresca y pucelana. Great!
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