La casa de los Vascos, en cuyo bajo tenemos nuestra morada
Luces y sombras a la puerta de casa
Panorámica nocturna de la ría vista desde la terraza
La misma toma, calabazones incluidos, pero durante un amanecer
Una de las plantas que adornan la entrada del hogar
A veces la correspondencia viene con reflejos incluidos
Luminosidad y música india en el salón de casa
El cielo y la tierra en una misma toma, junto a la huerta
Autorretrato en el cubo donde se acopia el agua de lluvia
Las madreñas con las que bajo a la huerta
Arcoiris después de una tormenta de primavera
Observando el movimiento de las nubes durante una noche de luna llena
Intensa luna llena sobre el puerto de San Esteban
Otra toma de la misma noche pero mirando hacia el dique divisorio
La última toma de aquella velada con luces de relleno
Amanece en la playa de Aguilar: hora local seis de la mañana
Las cuchiellas y peña seis de buena mañana y con la mar tranquila
La playa de Aguilar despertando entre luces, brumas y reflejos
La bajamar dejó estos interesantes charcos en la arena
Un amanecer intenso en sensaciones, formas y colores
La última toma de aquel amanecer, con el sol marcando las nueve de la mañana
Pravia despertando desde el mirador del Monteagudo
La Arena y la ría el Nalón desde el Monteagudo
Nubes bajas sobre la autovía, una tónica en los amaneceres primaverales de Asturias
Muros de Nalón desperezándose entre la niebla
Y una última toma de la playa de Aguilar desde las alturas
A ver si alguno de vosotros os animáis a hacernos una visita. Sabéis que aquí tenéis una casa. Os trataremos como en casa y disfrutareis de estos mismos paisajes que acabais de ver. Dicho queda.
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