miércoles, 30 de noviembre de 2011

Paseo nocturno por Cudillero y San Esteban (Asturias)

En los últimos días y después de aterrizar del viaje por Vietnam, retomé la vieja y sana costumbre de salir a tomar fotos por la tarde. En esta ocasión me fui hasta Cudillero, una de las villas marineras más llamativas de Asturias. Después de mucho tiempo, por fin iba a poder pasar unas horas fotografiando este anfiteatro de viviendas mirando al mar al que le tenía tantas ganas. La sesión fotográfica no fue todo lo productiva que esperaba: Por un lado la noche era muy oscura y sin luna. Además, el atardecer fue más bien soso, sin nubes ni colores. Aún así, hubo unas cuantas fotos que se salvaron y que, por una u otra cosa, me parecen interesantes. Así que ahora las comparto con vosotros. Tras el paseo nocturno por Cudillero, regresé a San Esteban, donde dí por finalizada la jornada de tarde - noche fotográfica.

Una visión particular del anfiteatro de Cudillero


Como viene siendo habitual, no buscaba la postal típica

Lo interesante era buscar nuevas perspectivas

Y dar con encuadres que llamasen la atención

Callejeando por la villa pixueta, fueron pasando las horas

Cuando me quise dar cuenta, estaba inmerso en la oscura noche

A partir de ese momento aproveché para jugar con las luces


De inmediato, las farolas se convirtieron en soles

El anfiteatro se mostraba luminoso a pesar de la oscuridad

Hasta saltaban las chispas como si fueran fuegos de artificio

Tras la observación desde los miradores, regresé a los callejones

Las escaleras giraban como espirales

Y hasta la plaza de la Marina parecía vestirse de luces para la ocasión

Una visión amplia, nocturna y a pie de mar del anfiteatro de Cudillero

Esta toma fue una de las que más me gustó de toda la sesión

Una última foto de la zona más próxima al puerto antes de marchar

Tras varias horas en Cudillero, regresé a San Esteban

Allí la noche era igual de cerrada pero la niebla aportaba un punto de emoción

Seguí buscando encuadres distintos, más complicados si cabe 

Los barcos se preparaban para la pesca de angula

Pero ya era demasiado tarde, así que di por finalizada la jornada

Y para cerrar, una toma creativa, una de mis favoritas del día

Pues lo dicho, que a pesar de que la noche y el atardecer fueron un poco insípidos, la tarde fue provechosa. Al menos eso es lo que humildemente creo. No se que os parecerá a vosotros. En breves, más y mejor. 

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